sola, fija, sin tregua, a toda hora,
aunque tal vez el rostro indiferente
no deje reflejar sobre mi frente
la llama que en silencio me devora.
En mi lóbrega y yerta fantasía
brilla tu imagen apacible y pura,
como el rayo de luz que el sol envía
a través de una bóveda sombría
al roto mármol de una sepultura.
Callado, inerte, en estupor profundo,
mi corazón se embarga y se enajena,
y allá en su centro brilla moribundo
cuando entre el vano estrépito del mundo
la melodía de tu nombre suena.
Sin luchas, sin afán y sin lamento,
sin agitarme en ciego frenesí,
sin proferir un sólo, un leve acento
las largas horas de la noche cuento
¡y pienso en ti!
JOSÉ BATRES MONTUFAR
GUATEMALA
JOSÉ BATRES MONTUFAR
GUATEMALA
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