sábado, 3 de mayo de 2008

EL RÍO


Una gota de lluvia
cuando el vientre grávido
estremeció la tierra.
A través de viejos
Sedimentos, rocas
Ignoradas, oro
Carbón, fierro y mármol
Un río cristalino
Lejano milenios
Partió frágil
Sediento de espacio
En busca de luz.
Un río nació.

VINICIUS DE MORAES
BRASIL

QUIERO


Quiero convertirme en flor
y estar entre tus manos,
que me huelas,
y en vez de darte mi olor sentir tu aroma.
Quiero convertirme en viento y acariciar tu pelo,
quiero ser aire para que me respires,
agua para que me bebas
y calmando tu sed, calmar la mía.
Quiero ser sueño para dormir contigo,
quiero ser luz para alumbrarte,
camino para que me andes,
futuro para que me esperes
y esperanza para ser lo último que pierdas.
Quiero ser puerto y que seas la barca que atraca en mí,
quiero ser nube y flotar en el cielo que seas tú.
Quiero ser vida para que me vivas y vivir en tí,
Quiero ser muerte para morir contigo.
Quiero, en fin, que quieras que te quiera
y poder entonces quererte como quiero.
Quiero quererte, sólo eso...

ANDRÉS PENA
CUBA

miércoles, 16 de abril de 2008

APEGADO A MÍ


Velloncito de mi carne,
que en mi entraña yo tejí,
velloncito friolento,
¡duérmete apegado a mí!

La perdiz duerme en el trébol
escuchándole latir:
no te turben mis alientos,
¡duérmete apegado a mí!

Hierbecita temblorosa
asombrada de vivir,
no te sueltes de mi pecho:
¡duérmete apegado a mí!

Yo que todo lo he perdido
ahora tiemblo de dormir.
No resbales de mi brazo:
¡duérmete apegado a mí!

GABRIELA MISTRAL
CHILE

AL OÍDO...


Si quieres besarme... besa,
- yo comparto tus antojos -
Más no hagas mi boca presa,
Bésame quedo en los ojos.

No me hables de los hechizos
De tus besos en el cuello...
Están celosos mis rizos
Acaríciame el cabello.

Para tu mismo oportuno,
Si tus ojos son palabras,
Me darán, uno por uno,
Los pensamientos que labras.

Pon tu mano entre las mías
Temblarán como un canario
Y oiremos las sinfonías
de algún amor milenario.

Esta es una noche muerta
Bajo la techumbre astral.
Está callada la huerta
Como en un sueño letal.

Tiene un matiz de alabastro
Y un misterio de pagoda.
¡Mira la luz de aquel astro!
¡La tengo en el alma toda!

Silencio... silencio... ¡Calla!
Hasta el agua corre apenas,
Bajo su verde pantalla
Se aquieta cabe la arena.

¡Oh! ¡qué perfume tan fino!
¡No beses mis labios rojos!
En la noche de platino
Bésame quedo en los ojos...

ALFONSINA STORNI
ARGENTINA

VERSOS DE OTOÑO


Cuando mi pensamiento va hacia tí, se perfuma;
Tu mirar es tan dulce, que se torna profundo.
Bajo tus pies desnudos aún hay blancos de espuma,
Y en tus labios compendias la alegría del mundo.

El amor pasajero tiene el encanto breve,
Y ofrece un igual término para el gozo y la pena,
Hace una hora que un nombre grabé sobre la nieve;
Hace un minuto dije mi amor sobre la arena.

Las hojas amarillas caen en la alameda,
En donde vagan tantas parejas amorosas
Y en la copa de otoño un vago vino queda
En que han de deshojarse, primavera, tus rosas.

RUBÉN DARÍO
NICARAGUA

CANTOS A LA DESNUDEZ


PRIMER CANTO A LA DESNUDEZ

La desnudez es bella en el recogimiento
en la posesión de sí.

El ejercicio es quitarse una prenda y una atadura.
Terminar desnudo
libre
volátil
sin posesiones.

Concluir en la inconmensurable presencia
de sí mismo en sí mismo
a todo lo largo ancho y profundo de sí mismo.

Una vez desnudo
vocalizar el lenguaje de la piel
traducir lo que dice una célula a la otra
caminar y percibir el movimiento de los dedos
verificar la exactitud del mecanismo de la vida
saborear la perfección del cuerpo
“hacerle verso al universo”.

El ejercicio es éste:
desnudarse y ser.

SEGUNDO CANTO A LA DESNUDEZ

La desnudez es más bella aún
en la presencia de quien la admira y la perfecciona.
Quien con su mirada no la enturbia
ni la destruye con su violencia.

El ejercicio es desnudarse frente al otro
y desatar todos los lazos de apariencia
comunicarse sin palabras
-introducciones ni epílogos-
envolverse en un lenguaje de signos
abrirse a lo íntimo
acercarse a lo sagrado
encontrar la verdad de la presencia sin máscaras
ofrendar carne y alma palpitantes.

El ejercicio es éste:
desnudarse frente a otro y ser
en la presencia del otro
ser con el otro.


TERCER CANTO A LA DESNUDEZ

La desnudez es todavía más bella
en la presencia del amado
cuando en el acto sublime del amor
se humedecen
-simultáneamente-
los sexos y los ojos.


HERNÁN DARIO BLAIR
COLOMBIA

ROSTRO DE VOS


Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.

Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto y por sabor.

Sin un temblor de más,
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.

Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna maldición
Mis huéspedes concurren,
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor.

Yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.

Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan a su hambre
miran y miran
y apagan la jornada.

Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van,
no queda nada.

Ya mi rostro de vos
cierra los ojos.

Y es una soledad
tan desolada.

MARIO BENEDETTI
URUGUAY

martes, 15 de abril de 2008

¿SABES ACASO?


¿Sabes acaso cuán largo ha sido esto?
No es el tiempo cuanto quiero saber.
¡Cuántas palabras de amor nunca fueron dichas!
cuántas flores no nos tocaron.
¿Cuántos velos no fueron arrancados?
¿Cuán duro hemos luchado con las palabras?
Y cuan grande se hizo la distancia que ellas tenían que cruzar, amor mío.
Ahora escucha la tonada de la flauta y a mí cantar esta canción:
"amor, remonta los altos muros
elévate como el pájaro de la montaña hacia lo alto
amor, flota en las más altas nubes
hacia los colores del arco iris
amor, abre las ventanas y
observa en la doliente pradera y mira
allí los árboles caídos
porque la tormenta rugió antes de la estación."

JIT NARAIN
SURINAM

MUJER

Pequeña y casi oculta en la penumbra
de un gesto
oscuro y pulido como el bronce
Iba a pasos cortos hacia el fin del día
hacia las piedras
de la derrota
dúctil y recogiendo en su seno el oro de las horas
va a pasos rectos hacia el fin del día
si alguien la espera en el lindero de su noche
que le salga al encuentro y que resuelva
esa penumbra elástica
donde destellan apenas las horas
y se enlazan venas restallantes
henchidas de una sangre abrupta y honda
que es el primer momento de la luz

AMERICO FERRARI
PERÚ

LOS TIEMPOS JUBILOSOS


1
Aunque la piel se gaste
yo quiero despertar y hallarte cerca,
contigo amanecer día tras día.
Yo quiero detenerte,
quedarme en tu mirada para siempre.

2
Y cuando caminemos
y el aire nos divida
o se atraviese el miedo
serán tus ojos únicos
los que me den la mano.

3
Nos habla esta ciudad
con un idioma de alas y barcos,
esta ciudad de Seatle
en donde resucitan los recuerdos.
Esta ciudad azul
tiene un costado ardiente
y tiene mil esquinas
en donde se han amado nuestros pasos.

4
Hoy puedo agradecerte
por esta mariposa de placer,
por esta gota ardiente
que pones en mi piel alucinada,
por esta luz de fresas
que traes en la punta del silencio.
Te doy amor las gracias
por este nuevo vino que me ofreces.

VIOLETA LUNA
ECUADOR

LOS PÁJAROS DIVINOS


Júpiter -que en el cielo del Paganismo asoma
con el supremo brillo de la más noble estrella-
de un cisne se depara la forma blanca y bella
por que Leda le embriague de su carnal aroma.

El Espíritu Santo -que la Iglesia de Roma
consagra en la trimurti donde su Dios destella-
por gozar el aroma de la núbil doncella
viste la forma bella de nítida paloma.

¡La paloma y el cisne! ¡Siempre el blancor alado,
siempre el albor con alas, en inefables curvas,
propicio a los misterios del divino pecado!

¡Oh cisnes y palomas! ¡Oh pájaros propicios
al Dios en celo! Adoro lo que ignoran las turbas
en vosotros: el alma de los sumos fornicios...

ALFREDO ARVELO LARRIVA
VENEZUELA

GRAVITACIÓN DEL RETRATO


¿Acaso no he tocado tus palmas y tus yemas,
no he fluido a través de ti, y en torno de tus
talones?
¿Cómo entré? ¿No era yo acaso tú y Tú?
Ezra Pound

Entre el agua y la sombra, a orillas
de una sedosa mirada nocturna
y en la mitad ardiente del abrazo
la lámpara nos une como una caricia,
como una flor espejeante a un hombro perfecto.

(No sé si he respirado los rayos de su luz
y si al mirarte una impalpable lágrima aproximo,
una abrigada pluma, una burbuja irisada,
un titubeante círculo de amor y de sueños).

Ajena al paso de mi voz, al incesante
fuego que va contra el olvido, retirada
a música inmóvil había de escucharte,

Detenido en silencio todo cuanto tocas,
rostro, vaso de fugaz derredor, madura espalda.

JAVIER SOLOGUREN
PERÚ

ERES FRÍA


Eres fría. A tus labios no se asoma
ni la risa, ni el grito, ni la queja.
Estatua fueres en la Atenas vieja,
mujer no fueres en la vieja Roma.

Como estatua de sal, si a veces toma
gesto vibrante el arco de tu ceja,
es porque en tu pupila se refleja
el rojo incendio de infernal Sodoma.

Tú desdeñaste a jóvenes de brío.
Y en matrimonio trágico y sombrío
a un anciano te uniste sin conciencia;

y la justicia del amor burlado,
como que eres de sal te ha condenado
a que te lama el buey de la Impotencia.

JOSÉ SANTOS CHOCANO
PERÚ

SED


¡Tengo un hondo deseo de estar hoy en el campo
por ver cómo se mecen los dorados trigales;
acostarme en la grama y escuchar ese canto
rumoroso, del viento, entre los carrizales!

Sumergirme en las ondas de la fuente armoniosa
y correr como cierva por la verde pradera,
mientras cae la tarde simulando una rosa
que ya mustia se dobla en plena primavera.

Y después ¡oh mi sueño! escuchar de natura,
mientras lenta me duermo, la sonata divina,
y soñar que en tus brazos de infinita ternura
estoy aprisionada como una golondrina.

ALICIA LARDÉ DE VENTURINO
EL SALVADOR

BESO III


Caótico preludio
quemando voces
opacando voluntades
a la vez que dos lenguas en pacto
remueven hondo combate

DINA POSADA
EL SALVADOR

BESO I


La idea más gustada
se esconde
detrás de mis labios
para que tu lengua
le dé alcance
alzando la confusa sensación
de una alianza recién abierta

DINA POSADA
EL SALVADOR

PALABRAS DE POETA



Palabras de poeta...
febriles amenazas de locura
venas cristalinas de purpúreos colores
reventando de dulzura o rasgadas de agonía.

Voces esmaltadas por el alba,
unen silencios con bullicio
risas con plegarias
amores, desamores
crepúsculo de noches sin días
lunas hinchadas de alegría
bajo el vientre dormido de una mujer.

Palabras de poeta...
sangre desfilando por la vida
amores cocidos a la carne
perseguidos desde el río hasta la costa,
remansos de infieles memorias,
restos de naufragios
corrompidos de nostalgia.

Recuerdos que se doblan en el alma
padeciendo cascadas de venganza,
sobradas de ira y arrogancia.

Palabras de poeta...
vanidades de la vida
regadas en las venas de la tierra
en las altas montañas,
flotando sobre azules aguas,
viviendo en frondosos bosques,
haciendo caminos en las extensas planicies del alma.

LINA ZERÓN
MÉXICO

LAS DONCELLAS


Una doncella tendida es un continente virgen
o un inviolado bosque rodeado de misterio.

Hay en la cabellera pájaros encendidos
como a la orilla de los ríos sagrados,
la cabellera de árbol-de-la-noche-triste.

Un enjambre de besos tiembla sobre su rostro
igual que las abejas sobre el rostro del nardo.

Las manos, donde aprende caminos la fragancia,
acuerdan los antiguos incensarios de barro.

Los hombros tienen la suavidad de los helechos
y el brillo de los astros anónimos y puros.

Resbala en las cadenas de opulentos contornos
el peligro de seda de las panteras negras.

El mármol desvaría columnas en los muslos
y el ónix se enloquece de límpidas arcadas.

en los pequeños lagos detrás de las rodillas
las libélulas soplan las flautas de los lirios.

Y en los tobillos de oro la música reviven
el espectro remoto de danzas primitivas.

Inmóvil y desnuda es sagrada como los bosques.

OTTO RAÚL GONZÁLEZ
GUATEMALA

MUJER DESNUDA


Nevó toda la noche
sobre el jardín de tu cuerpo;
mas todavía hay rosas
y botones abiertos.

Las dóciles hebras sutiles
de la última rama del árbol
caen como lluvias de oro
sobre la firme blancura de los tallos.

Violetas,
que se ocultan
en la hierba de tus pestañas;
apasionadas y profundas.

Hay dos rosas dormidas
con turbador ensueño
en las magnolias impasibles
de tus senos.

Y más oro
en los muslos,
porque pinta el sol la seda
de los musgos.

Y tus pies y tus manos,
menudas y largas raíces,
ahondan la tierra
temblorosa de amor de los jardines.

ENRIQUE GONZÁLEZ ROJO
MÉXICO

OCULTO


Quédate en un ángulo
callado de mi pecho
puéblame los labios
a escondidas
desátame las cintas
sin que vea
llena mi tiempo
sin que sienta
Hazte fantasma
en el castillo de mi cuerpo
habítame
láteme
suspira
muerde
toma
después
oculta cada letra de mi nombre
y pierde para siempre
mi memoria.

LIZ DURAND GOYTIA
MÉXICO

CANCION PARA EMPEZAR A NAVEGAR


El escolar que salía
por la mar
cada día se perdía
sin cambiar de lugar.
El ángel que lo miraba
llanto había de llorar.
la brisa del mar soplaba
y giraba el escolar.
El señor que nos espera
pronto se hubo de cansar.
¡Pobre galera velera
sin navegar!
El escolar que salía
por la mar
cada día se perdía
sin cambiar de lugar.

JOSÉ CORONEL URTECHO
NICARAGUA

lunes, 14 de abril de 2008

ALUMBRAMIENTO

Vino de mí
salió del fondo
el médico aplaudía
yo vine con el mar en la barriga
como un intenso parasol
un mapamundi

yo era la esfera que rodó en la madrugada
de corazón latí como un caballo
lo digo así

es que la crin
me perfumó

el vientre se movía
como suelen moverse los rebaños
venía con mi molusco mi amapola
mi potranco
con mi gorrión redondo

yo no podré faltar jamás me dije
a nuestra cita
así que estoy aquí
con esta fiesta
brincando por el talle

hice mi baile de rosas
mi aleteo
mugí como los barcos
el vientre daba vueltas

me esperaba
oculta en el carmín
donde el médico buscaba con su ceño

yo empujaba
el ventarrón del orbe en mi testuz
soplaba como un faro
Como los dioses marinos de los cuentos
una granada real a punto de volar

recuerdo que por suerte
César me retuvo del cabello
estaba emocionado
sin saber si tintinear o si envidiarme
de entero dedicado a mis pulmones
expirando inspirando y expirando
me miraba de adentro de sus ojos
como sólo una vez me mirará
en toda la vida de su vida
y a mi vientre que cambia de paisaje

y así
vino de mí
salió del fondo
nos bendijo de un golpe con su grito
se puso a beber sol como una fiera
de lana o amaranto

yo estaba enamorada y me reía
de loca de centella de rodillas
quería besar el sexo el vellocino
de César que lloraba
tomar a mi criatura
correr a derrocharla por las calles

qué llovizna de leche que cabalga
toda la luz del mundo en el pezón.

ANA ISTARÚ
COSTA RICA

TIENES OJOS DE ABISMO...


Tienes ojos de abismo, cabellera
llena de luz y sombra, como el río
que deslizando su caudal bravío,
al beso de la luna reverbera.

Nada más cimbrador que tu cadera,
rebelde a la presión del atavío...
Hay en tu sangre perdurable estío
y en tus labios eterna primavera.

Bello fuera fundir en tu regazo
el beso de la muerte con tu brazo...
Espirar como un dios, lánguidamente,

teniendo tus cabellos por guirnalda,
para que al roce de una carne ardiente
se estremezca el cadáver en tu falda...

CARLOS PEZOA VELIZ
CHILE

LA BRUSCA POESIA DE LA MUJER AMADA


Lejos de los pescadores los ríos interminables
van muriendo de sed lentamente…
Fueron vistos caminando de noche hacia el amor
-¡oh, la mujer amada es como una fuente!
La mujer amada es como el pensamiento del filósofo
que sufre
La mujer amada es como el lago que duerme en el cerro
perdido.
¿Pero quién es esa misteriosa que es como un cirio
crepitando en el pecho,
Esa que tiene ojos, labios y dedos de formas inexistentes?
Por el trigo naciente en los campos de sol la tierra
amorosa elevó el rostro pálido de los lirios
Y los labradores se fueron convirtiendo en príncipes
de manos delicadas y rostros cambiantes…
Oh, la mujer amada es como la ola solitaria que se forma
distante de las playas,
Posada mucho más allá del fondo estará la estrella.

VINICIUS DE MORAES
BRASIL

EL HECHIZADO


A Lezama, en su muerte

Por un plazo que no pude señalar
me llevas la ventaja de tu muerte:
lo mismo que en la vida, fue tu suerte
llegar primero. Yo, en segundo lugar.

Estaba escrito. ¿Dónde? En esa mar
encrespada y terrible que es la vida.
A ti primero te cerró la herida:
mortal combate del ser y del estar.

Es tu inmortalidad haber matado
a ese que te hacía respirar
para que el otro respire eternamente.

Lo hiciste con el arma Paradiso.
-Golpe maestro, jaque mate al hado-.
Ahora respira en paz. Viva tu hechizo.

VIRGILIO PIÑERA
CUBA

ESTE TRISTE ANIMAL


A este triste animal que me soporta
le duele el vuelo de mi espíritu,
la sagacidad de mi garganta
que huye de la soga,
la escueta salud de mis microbios,
el juego lúgubre de mi carne.
La recolecta está hecha,
la oreja de Van Gogh, para un poema
de agua y de dolor,
un rayo de sol para mi ombligo.
Todos me dieron la palabra
plena de sutiles formas,
todos me dieron el ayuno pleno de sus bocas,
ahora, mis brazos fatigados
recogen las flores funerarias
esparcidas en mi alcoba.

ORIETTA LOZANO
COLOMBIA

EL VAMPIRO


En el regazo de la tarde triste
Yo invoqué tu dolor... Sentirlo era
Sentirte el corazón! Palideciste
Hasta la voz, tus párpados de cera,

Bajaron... y callaste... y pareciste
Oír pasar la Muerte... Yo que abriera
Tu herida mordí en ella -¿me sentiste?-
Como en el oro de un panal mordiera !

Y exprimí más, traidora, dulcemente
Tu corazón herido mortalmente,
Por la cruel daga rara y exquisita
De un mal sin nombre, hasta sangrarlo en llanto!
Y las mil bocas de mi sed maldita
Tendí á esa fuente abierta en tu quebranto.

¿ Por qué fui tu vampiro de amargura ?...
¿ Soy flor ó estirpe de una especie obscura
Que come llagas y que bebe el llanto ?

DELMIRA AGUSTINI
URUGUAY

ADIOS


En costa lejana
y en mar de Pasión,
dijimos adioses
sin decir adiós.
Y no fue verdad
la alucinación.
Ni tú la creíste
ni la creo yo,
«y es cierto y no es cierto»
como en la canción.
Que yendo hacia el Sur
diciendo iba yo:
«Vamos hacia el mar
que devora al Sol».
Y yendo hacia el Norte
decía tu voz:
«Vamos a ver juntos
donde se hace el Sol».
Ni por juego digas
o exageración
que nos separaron
tierra y mar, que son
ella, sueño y el
alucinación.
No te digas solo
ni pida tu voz
albergue para uno
al albergador.
Echarás la sombra
que siempre se echó,
morderás la duna
con paso de dos...
Para que ninguno,
ni hombre ni dios,
nos llame partidos
como luna y sol;
para que ni roca
ni viento errador,
ni río con vado
ni árbol sombreador,
aprendan y digan
mentira o error
del Sur y del Norte,
del uno y del dos!

GABRIEL MISTRAL
CHILE

HEMOS PERDIDO AÚN


Hemos perdido aún este crepúsculo.
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas,
mientras la noche azul caía sobre el mundo.

He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.

A veces como una moneda
se encendía un pedazo de sol entre mis manos.

Yo te recordaba con el alma apretada
de esa tristeza que tú me conoces.

¿Entonces, dónde estabas?
¿Entre qué gentes?
¿Diciendo qué palabras?
¿Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?

Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo,
y como un perro herido rodó a mis pies mi capa.

Siempre, siempre te alejas en las tardes hacia
donde el crepúsculo corre borrando estatuas.

PABLO NERUDA
CHILE

PARA CESAR VALLEJO


Hermano, partamos ahora
nuestro pan juntos. Mi
plato es un mundo pequeño. Mi
mundo es un plato pequeño. De
un lugar en el cual los platos
y los mundos son útiles
que hemos reconstruido nosotros
mismos, con un poder de diferencia.
César Vallejo, los papagayos
dicen tu nombre, fértil como
la lluvia. Mi uso del lenguaje
se arrodilla al oírlo.
Yo, que sólo quería ser
y tener un nombre.

JIT NARAIN
SURINAM

LUMBRE SECRETA


Un silencio de rosas te perfumaba el pelo,
la sombra de la ausencia movía los rosales,
una sonrisa ardiente iba quemando el alma.

Las islas cambiaban sueños en la noche,
el amor regalaba sus nombres a las cosas.
Olvidar era un poco aprender a morir.

Ausencias y ciudades continuaban uniéndome en el sueño,
volvía la ola a relatarme tu infancia,
pero el tiempo había encanecido de pronto
y sólo era posible escuchar una lluvia invisible
en la última galería del corazón.

ALBERTO BAEZA FLORES
CHILE

ESTA VIEJA HERIDA...


Esta vieja herida que me duele tanto,
me fatiga el alma de un largo ensoñar;
florece en el vicio, solloza en mi canto,
grita en las ciudades, aúlla en el mar.

Siempre va conmigo, poniendo un quebranto
de noble desdicha sobre mi vagar.
Cuanto mas antigua tiene mas encanto...
¡Dios quiera que nunca deje de sangrar!...

Y como presiento que puede algún día
secarse esta fuente de melancolía
y que mi pasado recuerde sin llanto,

por no ser lo mismo que toda la gente,
yo voy defendiendo románticamente
¡esta vieja herida... que me duele tanto!...

PEDRO SIENNA
CHILE

CONFESIÓN


Yo huelo a ti.
Me persigue tu olor, me persigue y me posee.
No es este olor un perfume sobrepuesto sobre ti,
no es el aroma que llevas como una prenda más:
Es tu olor más esencial, tu halo único.
Y cuando ausente mi vacío te convoca,
una ráfaga de ese aliento me llega del lugar más tierno de la noche.
Yo huelo a ti
y tu olor me impregna después de estar juntos en el lecho,
y ese fino aroma me alimenta
y ese aliento esencial me sustituye.
Yo huelo a ti.

DARÍO JARAMILLO
COLOMBIA

EL MIEDO



I
No es el sonido de mi sangre
o el ala de un insecto
ni siquiera
la luz
acercándose
oscilante como una mano
en la indefensa
sombra.
Lento rebota un grito
en las piedras de la calle
- y oyes el sueño de una hoja.
La calma
corroída
repite su amenaza.
El ojo (indecible)
del silencio.
Un muro es la noche
y transparece.
II
Sabía que mi muerte eran puñales
y era una sola bala
y no temía.
Más temía
la noche de los otros
sin pisadas.
Y ahora muero oyendo
clarear el viento entre los árboles
correr el ruido a sus asuntos.
Miro mi mano
no la veo
cierro y sólo estrujo
frío recuerdos oxidados.
¿Es la muerte esta jugada?
¿O estoy muerto
ya muerto
caminando por la muerte?
Ninguna voz
ninguna luz.
El estridor apenas
de la sangre que también me abandona.
¿Y si no era ésa la bala que
desde que soy
ya me correspondía
ni ésta mi muerte?
No sé si grito
no sé si alguien escucha el grito
no sé si doy vuelta la cara.
Mis lágrimas golpean
la vasta vasta soledad
sin puerta.

OSCAR CERRUTO
BOLIVIA

DESNUDA EN LA TIENDA


No era coqueta
Era fuerte.
June Jordan

Necesito ropa, dijiste. Una blusa
alegre, de color subido. Y fuimos
a la tienda. La chica que nos llevó
a los vestidores se llamaba Tula.
Te queda rico, dijo, te queda de novela.
Nos metimos las dos en esa caja,
entrábamos apenas.

Como no había asientos ni percheros
te ofrecí mis brazos.

Te sacaste el vestido, la campera,
te sacaste la blusa, las hombreras,
te sacaste el turbante, la remera,
te sacaste el corpiño, la bolsita de mijo,
te miraste al espejo y me miraste
y yo vi tu pecho crudo, las costillas
al aire, y después tu corazón
como una piedra, fuerte y fatal
como una piedra.

MARÍA TERESA ANDRUETTO
ARGENTINA

VUELVO PRONTO


Tras un hombre que amé en la primavera
se marchó mi vestido, enamorado.
Él me abrazó diciendo "vuelvo pronto".
La flor que me dejó arrugó mis manos.

Mi chal de Cachemira se llevó
quien me acostó a la sombra del verano,
y mudó a sus mejillas mi color,
y la sal de sus besos a mis labios.

Mi abrigo beige que calentó un otoño
me lo quitó, sobre el sofá, jugando,
el hombre de otra, que me dijo hallar
de soledades llenas nuestras manos.

Que todo se llevaron. Fue muy fácil
bajar el cierre de mis dos leopardos,
arrugar mis vestidos, deshojar...
A veces me sangraban los costados.

DELFINA ACOSTA
PARAGUAY

¡TODO ERA AMOR!


¡Todo era amor... amor!
No había nada más que amor.
En todas partes se encontraba amor.
No se podía hablar más que de amor.
Amor pasado por agua, a la vainilla,
amor al portador, amor a plazos.
Amor analizable, analizado.
Amor ultramarino.
Amor ecuestre.
Amor de cartón piedra, amor con leche...
lleno de prevenciones, de preventivos;
lleno de cortocircuitos, de cortapisas.
Amor con una gran M, con una M mayúscula,
chorreado de merengue,
cubierto de flores blancas...
Amor espermatozoico, esperantista.
Amor desinfectado, amor untuoso...
Amor con sus accesorios, con sus repuestos;
con sus faltas de puntualidad, de ortografía;
con sus interrupciones cardíacas y telefónicas.
Amor que incendia el corazón de los orangutanes,
de los bomberos.
Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas,
que arranca los botones de los botines,
que se alimenta de encelo y de ensalada.
Amor impostergable y amor impuesto.
Amor incandescente y amor incauto.
Amor indeformable. Amor desnudo.
Amor amor que es, simplemente, amor.
Amor y amor... ¡y nada más que amor!

OLIVERIO GIRONDO
ARGENTINA

LOS DUEÑOS DEL HAMBRE


Ellos están allí, fumando un puro,
fermentando sus lentas digestiones,
rozándose las calvas en los muslos
de alguna amante cara.
Ellos están allí, no saben nada.
Menean la cabeza, se lamentan,
cotizan los trigales.

Son obesos riñones alfombrados.

Acusan un perfil feliz sin sangre,
regatean la luz, se dan la mano,
empujan el destino con bolsillos,
racionan el esperma semanal,
no se derrochan.

Van con el pan de los otros descontado,
con la risa llenando portafolios,
con robados veranos asaltados.

Se llaman chevrolet y billetera,
abono en el Colón, estancias, haras.

Se abotonan al hombre en la bragueta.

Ellos están allí, no saben nada.
Pero uno sabe todo y se camina,
se cambia los zapatos,
fuma, escribe,
saluda a los vecinos, se sonríe,
se mira de costado en las vidrieras.
Se muerde el corazón hasta la boca
para afirmar un verso o un amigo,
se moja la garganta, llora, grita,
entroniza el amor en cualquier rostro,
se toca codo a codo con la gente.
Sucede que es domingo y uno sale
pateando el sol azul en las veredas.
O lee titulares en los diarios:
un terremoto en Méjico,
un general baleado por la espalda,
inundación, disloque, huelga, hambre,
un tren descarrilado, una epidemia.

Es cierto, están allí, no saben nada.

Pero uno sabe toda esta consigna
de amar la hormiga muerta, los otoños,
un banco puesto al sol sobre una plaza.
Uno sabe decirse que es bastante
tener que andar llorando por un cielo,
por un pedazo viejo de esperanza
que alguno se comió tras una puerta.
Uno sabe querer todo este mundo,
su triste circular, su pozo grave,
su perfume de niños abortados.
Uno sabe morir y se le trepa
la calle por la sangre hasta los ojos,
quisiera repartir la primavera,
volverse un barrilete,
ser un perro,
tener la vida entera en los talones,
donar el hueso, el nombre, la alegría.

Y sin embargo están allí, fumando un puro,
se afeitan diariamente, son los dueños
del tiempo y la porción,
no saben nada.
Caminan embozados, desparraman
un agrio olor a flor de velatorio.

Se abotonan al hombre en la bragueta.
Aún cambian estrellas por monedas.

NIRA ETCHENIQUE
ARGENTINA

MISTERIO GOZOSO


Pongo la punta de mi lengua golosa en el centro
mismo
del misterio gozoso que ocultas entre tus piernas
tostadas por un sol calientísimo el muy cabrón
ayúdame
a ser mejor amor mío limpia mis lacras libérame de
todas
mis culpas y arrásame de nuevo con puros pecados
originales, ¿ya?

OSCAR HAHN
CHILE

domingo, 13 de abril de 2008

ME ATREVI A ARCHIVARTE

Me atreví a archivarte
y te archivé
en la t de testimonio.
Época de tu época
respondona en silencios
mezquina en altitudes
valle de quehaceres
para develar tiempos
en que mejor
es no hacer nada.

CARMEN NARANJO
COSTA RICA

INFIDELIDAD


Olvidé como es el roce de tus manos
y también olvidé el contacto de tus labios
con mi calor.
Ya no puedo mirarte a los ojos
(porque los míos están cerrados)
cuando tu cuerpo -débil y cobarde-
busca en el mío -rebelde e incontrolable-
eso que tú llamas satisfacción;
pues debo concentrarme,
para que mi mente
se vuelva calculadora y fría
al lograr detener este pobre corazón
y así, rápidamente
-cuando tú solo piensas que ya te vienes-
me lleve a otra dimensión,
otro lugar que aún no conozco
donde viven conmigo
otras manos, otros labios,
otro nombre y otro rostro;
otras manos que lo exploran todo,
otros labios que tocan el fondo,
otro nombre que repito en silencio,
otro rostro que va y viene con el viento...
Tú me obligas con cada gesto
y con cada maltrato
A serte infiel con mi pensamiento.

MARINÉS IGLESIAS
VENEZUELA

EL REGRESO DE LA MUJER MORENA


Amigos míos, hermanos míos, cegad a la mujer morena
Que los ojos de la mujer morena me están envolviendo
Y me están despertando de noche.
Amigos míos, hermanos míos, cortad los labios a la
mujer morena.

Que son maduros y húmedos e inquietos
Y saben hacer voluptuosa cualquier frigidez.
Amigos míos, hermanos míos, y vos que amáis la poesía
de mi alma
Cortad los pechos de la mujer morena
Que los pechos de la mujer morena ahogan mi sueño
Y traen colores tristes a mis ojos.
Joven campesina que atraes cuando paso en las tardes
Llévame al casto contacto de tus ropas
Sálvame de los brazos de la mujer morena
Que son lazos, y quedan extendidos inmóviles hacia
mi cuerpo
Son como raíces que huelen a resina fresca
Son como dos silencios que me paralizan.
Aventurera del Río de la Vida, cómprale mi cuerpo a
la mujer morena
Líbrame de su vientre que es campo matinal
Líbrame de su espalda que es como el agua deslizándose
fría.
Blanca abuelita de los caminos, reza para que se vaya
la mujer morena
Reza para que se sequen las piernas de la mujer morena
Reza para que la vejez roa por dentro a la mujer morena
Porque la mujer morena está doblando mis hombros
Le está trayendo una tos insana a mi pecho.
Amigos míos, hermanos míos, y todos vosotros que
aún guardáis mis últimos cantos
¡Dad muerte cruel a la mujer morena!

VINICIUS DE MORAES
BRASIL

CANCIÓN PARA DORMIR A UN NEGRITO


Dórmiti mi nengre,
dórmiti ningrito.
Caimito y merengue,
merengue y caimito.

Dómiti mi nengre,
mi nengre bonito.
¡Diente de merengue,
bemba de caimito!

Cuando tu sia glandi
vá a sé bosiador...
Nengre de mi vida,
nengre de mi amor...

(Mi chiviricoqui,
chiviricocó...
¡Yo gualda pa ti
taja de melón!)
Si no calla bemba
y no limpia moco
le va′ abrí la puetta
a Visente e′ loco.

Si no calle bemba,
te va′ da e′ gran sutto.
Te va′ a llevá e′ loco
dentre su macuto.
Ne la mata ′e güira
te ñama sijú.
Condío en la puetta'
etá e′ tatajú...
Dórmiti mi nengre,
cara ′e bosiador,
nengre de mi vida,
nengre de mi amor.
Mi chiviricoco,
chiviricoquito.
Caimito y merengue,
merengue y caimito.
A′ora yo te acuetta
′la ′maca e papito
y te mese suave...
Du′ce... depasito...
y mata la pugga
y epanta moquito
pa que droma bien
mi nengre bonito...

EMILIO BALLAGAS
CUBA

GUITARRA


Ah la guitarra esa mujer en celo
que habla en su canto y muere en su silencio
con tu salud de música nacida
me brindas un placer casi doliente
y eso porque tus cuerdas te dicen lo que digo
y lo que digo es triste de cristal.

Ah la guitarra esa mujer que llega
con un amor de huésped indefenso
tu mástil o tu puente o tu rasgueo
tu voz quebrada en todos los idiomas
me dejan libre para la alegría
que sube y baja en tu cordaje neutro.

Ah la guitarra esa mujer sensible
que invade el patrimonio de la noche
mueve las humedades del follaje
y se roza con árboles sonámbulos
ah la mujer esa guitarra erótica
que se exhibe desnuda en la terraza

MARIO BENEDETTI
URUGUAY

GUITARRA


Tendida en la madrugada,
la firme guitarra espera:
voz de profunda madera
desesperada.

Su clamorosa cintura,
en la que el pueblo suspira,
preñada de son, estira
la carne dura.

Arde la guitarra sola
mientras la luna se acaba;
arde libre de su esclava
bata de cola.

Dejó al borracho en su coche,
dejó el cabaret sombrío,
donde se muere de frío,
noche tras noche,

y alzó la cabeza fina,
universal y cubana,
sin opio, ni mariguana,
ni cocaína.

¡Venga la guitarra vieja,
nueva otra vez al castigo
con que la espera el amigo,
que no la deja!

Alta siempre, no caída,
traiga su risa y su llanto,
clave las uñas de amianto
sobre la vida.

Cógela tú, guitarrero,
límpiale de alcohol la boca,
y en esa guitarra, toca
tu son entero.

El son del querer maduro,
tu son entero;
el del abierto futuro,
tu son entero;
el del pie por sobre el muro,
tu son entero. . .

Cógela tú, guitarrero,
límpiale de alcohol la boca,
y en esa guitarra, toca
tu son entero.

NICOLÁS GUILLÉN
CUBA

lunes, 7 de abril de 2008

HACER EL AMOR


Se prepara la batalla por Bagdad
los americanos sobrevuelan Nueva York
para prevenir el espanto
Los gases químicos
alertan a los soldados
que los lanzan
que se defienden
Yo sigo siendo un hippie
un hippie viejo
que no perdió las mañas
Creo en el poder del amor
en hacer el amor
Prefiero emprender una misión
de reconocimiento
sobre tu cuerpo
sobrevolar tus pechos
estudiando cada irregularidad
en el terreno
de tus pezones
cada minúscula grieta
Creo mejor
arrojar besos explosivos
sobre tu cuello
mordisquearte
las orejas
Puedo lanzarme con alegría en picada
sobre tu sexo
abrir mi boca
dejar que la bomba perforante
busque el bunker
en donde ocultas tus orgasmos
incendiar todo el lugar en represalia
Bastante has hurgado en mí
haciendo estallar
no sólo fuegos de artificio
cuando avanzas de universo en universo
en mi galaxia
a grandes zancos
titiritera de estrellas
que altera el orden de los mundos
El fundamentalismo amoroso justifica
una campaña punitiva
que estimo será larga
para liberar tu tierra
sembrarla
en nombre de la paz
y la libertad

JUAN DANIEL PERROTTA
ARGENTINA

ENCUENTROS

Arrodillado te degusto
te lamo y lamo
olfateo cada parte de ti
te aprendo con labios y nariz
te estremezco y ensalzo
subo y bajo
lengua de pezón a pubis
lengua de boca a oreja
interminable.

DARIO JARAMILLO
COLOMBIA

domingo, 6 de abril de 2008

LOS QUE SE AMAN


Los amantes,
acuestan su paladar en su lecho,
en líquidas ascensiones
de tacto y cadencia.
En gelatinoso descenso,
hunden su orgasmo en el vértigo
como una petite mort
con hilos de fulgores o delirios.
Los que se aman juegan a dormir
sobre abismos;
náufragos sus besos
abren en jazz o almíbar,
la celebración de sus cuerpos
devorados en la noche y la pendiente.

BASILIO BELLIARD
REPÚBLICA DOMINICANA

NO SOY PANAMEÑO



No soy panameño
Pues no soy de aquí;
Yo soy antillano
Y en Grenada nací.
Aunque no soy panameño
Puedo apreciar
El cariño de un pueblo
Que siempre he de saludar.

No soy panameño,
Grenada es mi patria,
Pero no seré ingrato
A mi querida madrastra.

Yo no soy panameño,
Pero mis hijos, claros son;
Todos tienen sus orgullos,
Y también su corazón.

Aunque no soy panameño,
Mi esposa, claro es;
Y nuestros cinco hijos
Son de esta hermosa tierra
panameña en donde nacieron
bajo la luna istmeña
En la ciudad de Colón.

Yo no soy panameño
Pero amo a esta tierra;
En donde he vivido
La mayor parte de mi vida.

Yo no soy panameño,
Pero yo qué culpa tengo;
Dios es el único dueño
De nosotros y el mundo.

JOSEPH DIXON
GRANADA

LEYENDO A ANTONIO MACHADO


Las peladas ramas del jazmín enderezan de pronto
su fragante amago. Más ecos que flores, atolondran los sentidos
como la magnolia de noche: blancas como las páginas que leo,
con la prosa estampada en el margen izquierdo de la hoja
y en el derecho las manchitas como de esquisto de las estrofas
y la costura: río que encuaderna su propio lenguaje.
El genio de España se eriza como el cardo. ¿Qué provocó eso?
¿Las vainas de un tiempo seco, el calor que corre con rizos cadenciosos,
negros volantes fruncidos y la curvatura de una garganta blanca?
Todo resonancias, asociaciones e inferencias,
el acento de Antonio Machado, aun traducido,
los verbos en la tierra, los sustantivos en las piedras y los muros,
todo inferencia, resonancia y asociación,
el azul distanciamiento de España de los balcones abiertos con bugambilias,
cuando brotan blancas flores de los cuernos de un toro,
blancas flores de jazmín cual blancas almas de monjas.
Jacas en marcha bajo pinos de montaña, en otoño,
cebollas, y la ristra, los bulbos de plata del ajo, el crujido
de las monturas y el agua ligera riñendo sobre las claras piedras
de nuestros caminos abrasados en agosto, toman cuerpo en estas estrofas
por el calor agrietadas: inferencias, resonancias, asociaciones.

DEREK WALCOTT
SANTA LUCÍA

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