Dentro de mi sueño alerta
un rugido de agua sobre la roca obstinada
era el murmullo de la sangre en la matriz de mi madre.
Y cuando me desperté
empecé a volver a escuchar.
¿Por qué el agua,
la eternamente agua corriente del río,
nunca se detiene para descansar en el lomo de las rocas?
O incluso en ese lugar que Dios ha designado para ella
lejos del matrimonio violento del sol y la lluvia y el viento
y el nacimiento y la muerte de los árboles, el parto de las raíces
que crecen debajo de la anhelante y ascendiente faz
de la por siempre beneficiosa agua
que esconde los testículos de las estaciones
en su ingle y la mía.
Es por ésta y por otras indudables razones
que he decidido tener sólo una relación superficial
con éste eternamente desvaneciente, eternamente río corriente
y hablar de ella en una clave
que pocos puedan conocer íntimamente;
y la conclusión increíble no es un final
sino un cerrar de labios
y hablar de ello francamente en lugares comunes
tal vez provoque su furia y en ese frenesí
libere uno de sus muchos demonios
y mande su ira a vagar por el vacío por mí.
Así que si por ventura en algún estúpido arrebato de arrogancia
dije algo que algún tonto pueda entender
y este río me oyó, y decidió vengarse,
¿donde está el que pueda darme
las armas que yo podré usar?
Si cualquiera de vosotros puede, estaré preparado a arriesgarme.
Pero debo advertiros que si los buenos consejos
resultan tan ineficaces como un canalete en la cascada
vosotros os alegraréis de ser transformados, tanto como yo
tengo que alegrarme,
por la margen de este río lento y amenazador
a merced del balanceo de la vista del halcón
y lejos del sonido del idioma
donde todavía los dioses viven y meditan en tronos de piedra.
MARTIN CARTER
GUYANA
un rugido de agua sobre la roca obstinada
era el murmullo de la sangre en la matriz de mi madre.
Y cuando me desperté
empecé a volver a escuchar.
¿Por qué el agua,
la eternamente agua corriente del río,
nunca se detiene para descansar en el lomo de las rocas?
O incluso en ese lugar que Dios ha designado para ella
lejos del matrimonio violento del sol y la lluvia y el viento
y el nacimiento y la muerte de los árboles, el parto de las raíces
que crecen debajo de la anhelante y ascendiente faz
de la por siempre beneficiosa agua
que esconde los testículos de las estaciones
en su ingle y la mía.
Es por ésta y por otras indudables razones
que he decidido tener sólo una relación superficial
con éste eternamente desvaneciente, eternamente río corriente
y hablar de ella en una clave
que pocos puedan conocer íntimamente;
y la conclusión increíble no es un final
sino un cerrar de labios
y hablar de ello francamente en lugares comunes
tal vez provoque su furia y en ese frenesí
libere uno de sus muchos demonios
y mande su ira a vagar por el vacío por mí.
Así que si por ventura en algún estúpido arrebato de arrogancia
dije algo que algún tonto pueda entender
y este río me oyó, y decidió vengarse,
¿donde está el que pueda darme
las armas que yo podré usar?
Si cualquiera de vosotros puede, estaré preparado a arriesgarme.
Pero debo advertiros que si los buenos consejos
resultan tan ineficaces como un canalete en la cascada
vosotros os alegraréis de ser transformados, tanto como yo
tengo que alegrarme,
por la margen de este río lento y amenazador
a merced del balanceo de la vista del halcón
y lejos del sonido del idioma
donde todavía los dioses viven y meditan en tronos de piedra.
MARTIN CARTER
GUYANA
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