sábado, 1 de marzo de 2008

EL PADRE NUESTRO


Padre nuestro que estás en la oficina,
reverenciado sea tu nombre.
Benefícianos en tu herencia.
Hágase tu voluntad en casa
como en el despacho.
Danos hoy el filete, las papas fritas
y el mantecado de chocolate.
Perdónanos las coles de Bruselas
y nosotros perdonaremos a la cocinera
si el filete le queda muy cocido
y las papitas mongas.
No nos tientes con promesas falsas.
Regálanos coches deportivos.
Ampáranos de la policía.
Excúsanos de servir en el ejército.
Pues tuyo es el país,
el poder y los pesos,
por los siglos de los siglos,
amén.

HJALMAR FLAX
PUERTO RICO

1 comentario:

Anónimo dijo...

ja ja ja...

Deliciosa..
Al menos algo hoy logró arrancarme una sonrisa.
Bonito que haya sido una poesía.
Tenía que venir de manos de un poeta la única cosa que nunca envejece ni se devalua.

Merci amar-vida.
Buenísima recopilación.

Besos.

Eugènie

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