sábado, 1 de marzo de 2008

ESA BLANCA FLOR


Esa blanca flor,
que en la mañana al abrirse,
hace de tu día una celebración,
trae el ilusorio encanto de una beldad enloquecida de deseo.
Ávida de la más desesperada estación de fuego,
esa blanca flor conoce todos los secretos del éxtasis
posibles de alcanzar en la tierra,
cuando se ha bebido de la ardiente copa
el espumante hechizo de los cuerpos.
Ah, pero sus pétalos, de cristalino azul,
de embriagante verde tornasolado,
de mar de paraíso,
colmarán la esperanza en el tiempo de vida de un beso.

ETNAIRIS RIVERO
PUERTO RICO

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y esta una rosa blanca digna del
más fino jarrón.
Mas que oler adorna, pero no por ello pierde valor.



Beso.

Eugènie

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