lunes, 4 de febrero de 2008

NOVÍSIMO AMOR



Ven
mi amor vamos
a hilar la eternidad de la noche
con el sacramento del semen
vamos a sepultar nuestros pies en el humus
para oír los brotes el latido de esa brizna
que crece hasta las vísperas de nuestra muerte
ocupa nuestros ojos y con ellos contempla
la noche única y vasta
que alberga el soplo de mi nombre
Quién que no fueres prepara mi baño
quién que no fueres plancha mi camisa
quién que no fueres zurce mi herida
quién que no fueres aplaca mi hambre
Vamos amor a respirar la noche
a descifrar sus ánimas
a escoger el arroz innúmero titilante
a musitarnos la verdad perdida de sus remotas praderas
Vamos a conjurar la luz del alba
Quién que no fueres calienta mi almohada
quién que no fueres cuece mi deseo
quién que no fueres estampa mi pañuelo
quién que no fueres enjuga mi querella
En ti la noche se desliza
y en tu cabello de pizarra la vía láctea
y en tus ojos de cuarzo resina de abeja
y en tu boca el picor de la sierpe
En ti anida la noche
y en tus senos las rojas grosellas del vino
y en tu vientre el rumor de la estirpe
y en tu sexo el gusano de seda
Eres la que aguarda en mi puerta
eres la que tolera mi silencio
eres la que mitiga mis fiebres
En ti se ensuelve la máscara de mi desamparo
Leo en ti el firmamento
Vamos a hilar la eternidad de la sangre
Vamos a ser la noche misma.

PEDRO DE ORAÁ
CUBA

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