sábado, 23 de febrero de 2008

PLENILUNIO


A América Lugo

Por la verde alameda, silenciosos,
íbamos ella y yo,
la luna tras los montes ascendía,
y en la fronda cantaba el ruiseñor.
Y le dije... No sé lo que le dijo
mi temblorosa voz...
En el éter detúvose la luna,
interrumpió su canto el ruiseñor,
y la amada gentil, turbada y muda,
al cielo interrogó.
¿Sabéis de esas preguntas misteriosas
que una respuesta son ?
Guarda, ¡oh, luna, el secreto de mi alma;
cállalo, ruiseñor!

FABIO FIALLO
REPÚBLICA DOMINICANA

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