domingo, 17 de febrero de 2008

LIBRE Y CAUTIVA


Por sentirme despierta en la cautiva
morada oscura de su sangre, llevo
este amargo laurel de gajo nuevo
y esta miel de cilicio rediviva.
Y no quiero saberme fugitiva

de la celda de amor en que me muevo;
porque el ángel te encuentre, yo renuevo
mis llamadas de intacta sensitiva.

Extenderás tu mano que —imposible—
quiere lograr la flor indivisible;
su cauto aroma velará tu frente.

Como cierva te huí. ¡Qué te encadena
más ese afán de hallarme en la colmena,
carcelera celosa de tu mente!

STELLA SIERRA
PANAMÁ

No hay comentarios:

VISITANTES