lunes, 18 de febrero de 2008

LA ESFINGE


El viaje se prolonga a través de mi
memoria tachada de violencias.
Mi boca se rasga
y todo calla.
La ópera del silencio
como una gangrena amarga en el sida de
la lengua.
Ebriedad y vértigo de mi ciudad en el
péndulo de la muerte.
A falta de pulmones
aprendo a respirar por el corazón
y las tripas.
Ilumino mi caída interminable en los
ecos de mis riñones
mis paradojas indisolubles en las
quemaduras de mi voz
mi vida y mi subsistencia en las
aletas de mi sueños.
¡Soy la esfinge!

FRANKETIENNE
HAITI

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