lunes, 18 de febrero de 2008

HALLAZGO


Ella se puso ante mis ojos.
Fué uno de esos días
que iba cantando en mi la vida
una canción de adolescencia.

Ambos temblábamos como niños
ciegos por un deslumbramiento.

En nuestras bocas las sonrisas
fueron mensajes de esperanza.
En nuestros ojos las miradas
iluminaron como fiesta.

Sus ojos me hablaron de cosas eternas,
Su boca me hizo conocer el sabor de la vida.

ALFONSO ORANTES
GUATEMALA

1 comentario:

Anónimo dijo...

Imposible no terminar el recorrido con lágrimas en los ojos .
¡ cómo es posible que este sitio no esté repleto de comentarios! .
Nunca entenderé que el ser humano de nuestros días no sea capaz de catar la belleza que irradia la poesía.

merci, merci, merci.... amar-vida.

Eugènie.

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