sábado, 9 de febrero de 2008

ABANDONADA A SU DOLOR UN DIA


Abandonada a su dolor, un día
en que la sombra la envolvió en su velo,
me dijo el corazón que ella vendría
en el milagro espiritual de un vuelo.

Abrí los pabellones solitarios;
iluminé los vastos corredores;
quemé la mirra de los incensarios
y el frío mármol alfombré de flores...

Llegó, cansada de volar... Yo dije:
-Alma, mujer, inspiradora: rige
mi vida entera para siempre. Arde

como la mirra el corazón que inmolo...
¡Amor no llegues demasiado tarde
a quien se siente demasiado solo...!

AGUSTÍN ACOSTA
CUBA

No hay comentarios:

VISITANTES